jueves, 4 de junio de 2015

Cuidado con lo que deseas

Me he mordido la lengua estos últimos días porque después del resultados de las urnas, los acontecimientos daban para dos o tres entradas más pero ha sido la noticia sobre Carmena y Ada Colau la que finalmente me ha animado a escribir.

Resulta que no es que hayan provocado un atentado, ni que sus gestiones nos hayan dejado sin papel higiénico, ni siquiera que la Unión Europea quiera jo... robarnos, como a Grecia. Resulta que los consejeros delegados de los principales bancos como Santander, Bankia, Popular, BBVA y CaixaBank ofrecen a las futuras alcaldesas 4.500 viviendas vacías para poner en alquiler a 300 euros al mes. Y eso sin saber si gobernarán o no, porque como en el resto de provincias, tienen que contar con apoyo de otros partidos. Va a ser que sí, que esto puede cambiar, de hecho, ya están cambiando (a mejor) y todavía no han pisado los despachos de la alcaldía.


Los bancos ofrecen inmuebles sin adjudicar
 del Fondo Social de Vivienda


Es bastante curioso la gente que piensa que puede estar por encima de todo y de todos. El otro día estaba leyendo el twitter mientras entrevistaban a Manuela Carmena, que decía que quiere hablar con jueces para poder parar los desahucios, como respuesta a sus palabras, un usuario de esta red social, haciendo uso de la misma, le pregunto a la líder de Ahora Madrid: "Y bien, ¿cuándo puedo dejar de pagar la hipoteca?"

Debido a varias peticiones de mi entorno, me he calmado y he dejado de debatir tantísimo por internet, así que no le respondí al muchacho directamente (además que a mí 140 caracteres se me quedan pero que muy cortos para contestarle) pero le responderé por aquí, aunque sé que no lo leerá porque ni me acuerdo de su nombre, ni era seguidor mío, simplemente algún contacto mío retuiteó su pregunta, aun así, escribo esta carta.



Un hombre buscando comida en la basura


Querido señor, su deseo es no pagar la hipoteca, bien, quiero jugar a un juego, tú eliges:

La primera opción, usted será un hombre de unos 40-50 años en paro, sin muchos estudios porque empezó a trabajar a los 13 años para poder salir adelante y poder algún día tener una familia. Hace unos años, se encuentra con una crisis que acaba con el mundillo al que ha dedicado toda su vida, la construcción. A pesar de su experiencia, tiene que empezar a aceptar que posiblemente nunca más volverá a encontrar trabajo.

La segunda, aquí es un abuelo de setenta y tantos que de su pensión depende su mujer, su hija y su nieto. Además, avaló a su hija que, como la despidieron de su empleo, no puede hacer frente a los gastos que conllevan su vivienda, así que esto también corre de su cargo.  


O tercera y última, es un joven de 35 años, que lleva uno casado, tiene una hija recién nacida y su piso nuevo. Un día la empresa en la que trabaja decide prescindir de su ilusión y esfuerzo. Con la ayuda de la paga del paro y el sueldo de su mujer, un salario a caballo entre el básico interprofesional y el de esa especie en extinción llamada mileurista, podéis salir adelante apretándoos el cinturón pero las facturas, los cuidados para el bebé y la hipoteca se hacen cuesta arriba, y llega un momento que tienes que decidir entre pagar la luz, comida para tu hija o la casa en la que vives. Pero tranquilo, pasado un tiempo el banco te ayudará a decidir tus prioridades.
Me entristece bastante saber que la ambición de muchos supera la solidaridad de otros, estoy segura de que mucha gente se cambiaría por usted, mucha gente querría pagar la hipoteca pero ojalá se cumpla su deseo y deje de pagarla.

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